BENEFICIOS DE LA LACTANCIA MATERNA A CORTO, MEDIO Y LARGO PLAZO
Los movimientos de búsqueda del
recién nacido comienzan entre los 14 y 44 primeros minutos de vida y la succión
espontánea, entre los minutos 27 y 71 después del parto.
La lactancia materna nos aporta
beneficios tanto a corto, medio como largo plazo, siendo ya no solo conveniente
para el lactante sino también para la mamá.
En cuanto a las ventajas para nuestro bebe, la lactancia materna favorece el
vínculo afectivo y emocional del recién nacido, fomentando el desarrollo de
la parte psicoafectiva y emocional del pequeño. Además se produce un ajuste de su metabolismo y de sus
constantes vitales, regulándose su temperatura corporal (lo que contribuye
a que no sufra una disminución de la glucosa en sangre), estabiliza su patrón respiratorio y se estimula el “nervio vago”,
que es el encargado de preparar al bebe para recibir y dirigir la lactancia
materna.
En cuanto a la mamá, las ventajas más importantes serán:
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Ventajas a corto plazo
Disminución de la hemorragia post-parto y una contracción uterina más
rápida. Esto es debido a que nuestro eje hipotálamo/hipófisis[1]
es activado y libera oxitocina, una hormona capaz de regular procesos
fisiológicos como las emociones y que actúa en las glándulas mamarias causando
la secreción de leche. Además, la oxitocina actúa a nivel uterino provocando
una contracción. Será esta misma contracción la encargada de cerrar todos los
capilares rotos que quedan después del alumbramiento, reduciendo así el
sangrado postparto.
Al disminuir la hemorragia
postparto, se crea una prevención de la
anemia postparto, debido a que el sangrado es menor. Además, durante la
lactancia materna se suspende la ovulación, por lo que la madre tiene una
ausencia de la menstruación, conocida como amenorrea, que ayuda también a
prevenir la parición de dicha anemia y que durará más en función de lo que dure
la lactancia materna.
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Ventajas a medio plazo
Durante la parte final del
embarazo, la madre tiene tendencia a acumular reservas, las cuales son
necesarias para la formación de leche. Mientras la madre está lactando, se
necesita un aporte calórico superior al normal, en unas 600 Kcal extras, por
tal de que se lleve a cabo la formación de leche así como de proteínas y el
resto de aportes que necesita el lactante. Sin embargo, estudios demuestran que
mediante la lactancia materna se queman
más calorías y se produce una recuperación del peso previo al embarazo,
siendo la pérdida de peso más evidente durante los tres primeros meses. Esto es
debido a que, las grasas que ha acumulado la madre durante el embarazo se
movilizan y se sintetizan a nivel periférico (tanto en cintura como en caderas)
durante la lactancia materna, a la vez que aumenta la formación de lípidos para
la leche.
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Ventajas a largo plazo
Durante la lactancia materna
aumentan los niveles de calcio en sangre, lo que favorece el paso de este
calcio a la leche. A la vez que se produce un aumento de este metabolismo del
calcio, se produce la absorción del calcio también, con lo que produce una disminución de las probabilidades de sufrir
una fractura de cadera o de columna espinal tras la futura menopausia,
disminuyendo a su vez la aparición de osteoporosis.
Además la lactancia materna
provoca que se produzcan estrógenos en menor cantidad, lo que una menor
producción de estrógenos contribuye en una disminución
del riesgo a sufrir un cáncer de mama.
Lo mismo ocurre cuando hablamos
del cáncer ovárico. Al no producirse la ovulación durante la lactancia materna,
el ovario se priva de este proceso, el cual supone un trauma ya que es un ciclo
que supone continuas lesiones y reparaciones, las cuales pueden hacer que
durante la proliferación de las células haya una mutación y un aumento del
riesgo de aparición de células malignas. Por tanto, al inhibir esa ovulación disminuye el riesgo de sufrir un cáncer de
ovario.
Además de todos estos beneficios
encarados a nuestro propio organismo, cabe mencionar también que las madres
lactantes pueden llegar a ahorrar
entorno a los 850 euros anuales de lactancia.
Mencionar por último, y no por
ello menos importante, las ventajas
psicológicas que suponen la lactancia materna. Al crearse el vínculo
madre-hijo, en la madre crece el espíritu protector al dar consuelo al niño y
tranquilizarlo. Además los niveles de oxitocina disminuyen el estrés y hay un
menor riesgo de depresión postparto.
[1]
El eje
hipotálamo-hipófisis es
la unidad funcional que se encuentra dentro del cráneo, situada en la base del
encéfalo. El hipotálamo posee dos tipos de funciones : nerviosa (relacionado
con el sueño, el hambre o la sed) y endocrina (coordinación de la función
hormonal).
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