MÉTODO CANGURO
El método canguro o el contacto
piel con piel entre la madre y el recién nacido es un método eficaz y
realmente sencillo de aplicar.
Se suele utilizar sobretodo en niños prematuros, evitando así
lo máximo posible el uso de la incubadora, y proporcionando al bebé la temperatura corporal que necesita, regulando
su frecuencia cardíaca y respiratoria y manteniendo el vínculo afectivo
necesario que lo ayudará a estar tranquilo. Además reciben una estimulación táctil, de movimiento y de equilibrio de la
matriz, la misma que reciben en el útero de la madre, lo que repercutirá en
el desarrollo de reflejos y movimientos de los que algunos bebés prematuros
carecen.
Resulta un método sencillo de realizar y permite la
involucración del padre también, lo que favorecerá la vinculación afectiva. El
bebé se encuentra seguro, lo que establece rápidamente este vínculo y, a la
larga una mayor estabilidad emocional.
Cabe mencionar que no se aplica únicamente en niños
prematuros, ya que el contacto piel con piel contribuye a evitar situaciones de
estrés en el bebé, que puedan derivar en un déficit de atención, cólicos,
problemas para dormir, etc.
Además, el contacto piel con piel favorece la producción de
oxitocina, propiciando que la mamá esté más calmada y ayudando a la producción
de leche materna, por lo que el bebé se favorece de los beneficios de ésta.
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